viernes, 22 de mayo de 2015

1.LA IMPOSIBILIDAD DE DAR UNA RESPUESTA.

Nuestra respuesta a esta pregunta equivale esencialmente al Mensaje del Sagrado Corán, que tiene a la palabra “Allah” como eje o centro, como su significado esencial. Nuestra respuesta ahondará, pues, en el significado espiritual profundo del Islam.
 
Pero desde ya advierto algo, es imposible contestar a la pregunta: “¿Quién es Allah?[1]. Responderla constituye un proyecto de vida, pues no se trata de algo teórico. Existe un dicho del Profeta (BPDyC) que enseña: “Quien se conoce a sí mismo a su Señor conoce”, es decir conoce a Allah. Esto significa que la clave del conocimiento de Allah, de “Quién es Allah”, es conocerse a sí mismo.

Si esto es así, resulta imposible transmitir a otro dicho conocimiento, pues constituye una tarea personal, en la que está involucrada toda el alma y todo el ser de cada individuo. Una respuesta teórica a tal pregunta es imposible, porque sería lo mismo que dar una respuesta teórica abstracta al conocimiento de sí mismo, siendo algo que por el contrario uno tiene que hacer por sí mismo.
 
Para conocer a Allah, Quién es Allah, en consecuencia, se debe empeñar todo el ser. Esta es nuestra primera advertencia.

Es posible, sin embargo, ayudar a otro a conocerse a sí mismo. Existen maestros, prácticas y comunidades que se dedican a ello.

[1] El tema de nuestra pregunta no está desvinculado del idioma español, ni de la mentalidad de los occidentales, y menos de occidentales de hablan castellana, que han recibido tanto aporte de la lengua árabe y del espíritu islámico. Palabras como “ojalá”, y otras expresiones populares, todavía guardan vínculo con la palabra árabe “Allah”, pues “ojalá” proviene del árabe “in-sha Allah”, “si Allah quiere”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Esto es para todo ser humano?

Islam Hoy dijo...

-"Claro, en todos, no hay diferencias religiosas ni de cultura, posición social o cualquiera otra, en todos ellos está Presente, o mejor dicho, ellos presentes en El."

Anónimo dijo...

-¿Pero cómo es que se manifiesta?...Allah, por supuesto.

Islam Hoy dijo...

-“La luz se enciende del aceite de un árbol bendito, de un olivo, que no es ni oriental ni occidental”, es universal. El aceite está representando al conocimiento. Su Presencia se manifiesta con el y en el conocimiento. Nadie la puede suscitar, pues no la toca el fuego para que se encienda. Si alguien hace un esfuerzo mundano por encenderlo, será inútil, porque el “fuego” a algo material y su esfuerzo es material, pero si busca el conocimiento, El le va a dar la luz. Me refiero al conocimiento en cualquiera de sus aspectos, pero siempre dirigido hacia el máximo conocimiento, el conocimiento de El, y del hombre en sí mismo, tal es el máximo de los conocimientos.

Anónimo dijo...

Los musulmanes habían ocupado rápidamente todas las áreas que permanecieron bajo la influencia de la civilización griega (Siria, Palestina y Egipto). Allí vivían los últimos sabios procedentes de la escuela de Alejandría, clausurada por Justiniano unas décadas antes de la expansión del Islam. Estos sabios eran cristianos, pero la cultura greco-helenística sobrevivía aún incorporada en la teología cristiana. De igual modo sucedió en el caso de la civilización irania preislámica, que ocupaba buena parte de lo que hoy es Iráq, Irán y Asia Central, territorios que pronto caerían bajo la influencia del Islam. Con todos ellos –ya fueran griegos o persas– se relacionaron los musulmanes, buscando todo lo que de verdadero y útil pudieran transmitir, de modo que no destruyeron el patrimonio cultural de los pueblos vencidos, sino que supieron integrarlo con amplitud de miras, preparando así el florecimiento e irradiación de su propia cultura, inspirada en todos sus aspectos por la visión unitaria del Corán.

Anónimo dijo...

“Hay gentes que piensan que no es necesario estudiar la naturaleza. No queremos, dicen, estudiar la naturaleza, sino la teología. Sépase que estas son palabras de gente perezosa y ociosa, pues la teología se prueba por el estudio de la naturaleza. Dicho de otro modo, no hay oposición entre la razón y la fe.”